Una cabaña de madera sencilla y económica
En Bristol, Inglaterra, un joven de 17 años ha llevado el sueño de vivir en una cabaña de madera sencilla y económica a la realidad. Esta historia nos muestra cómo la determinación y la creatividad pueden transformar una idea en un hogar acogedor y funcional.
Acompáñanos a descubrir cómo Bryce, de «Living Big in a Tiny House», visitó a Tom, un aprendiz de carpintero que construyó su propio refugio en medio de los desafíos del mercado inmobiliario actual.
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Un sueño hecho realidad
Imaginá ser joven, tener 17 años y vivir en una casa completamente libre de deudas que construiste con tus propias manos. Hoy, en Bristol, Inglaterra, Tom, un joven que convirtió ese sueño en realidad, invita a Bryce a recorrer su pequeña y acogedora cabaña de madera sencilla.
Tom es un aprendiz de carpintero que decidió construir su propia casa asequible y funcional en medio de un mercado inmobiliario que a menudo parece inaccesible para personas de su edad (y para casi todas las edades).
La inspiración detrás del proyecto
En el vídeo de «Living Big in a Tiny House», Tom explica las razones detrás de su proyecto de construcción de una casa pequeña. «Había muchos problemas con los precios de la vivienda y yo solo quería tener la libertad de construir lo que quisiera», comparte Tom.
Él comenzó su aprendizaje como carpintero y decidió aprovechar materiales reutilizados para construir su hogar. «La idea era mantenerlo simple y vivir una vida sin estrés. Todo lo que tengo es mío y lo he pagado por completo. A los 20 años, es maravilloso no tener que preocuparme por gastar mi dinero en el alquiler de otra persona».
Tom tiene suerte de contar con un terreno en la propiedad de sus abuelos, lo que le brindó la oportunidad de construir su casa. «Fue lo que me motivó a hacerlo. Tenía el terreno y un remolque, así que pensé que no había razón para no hacerlo».
El aprendizaje en el proceso
Tom se enfrentó a desafíos significativos durante la construcción de su casa pequeña.
Aunque tenía experiencia en carpintería, también tuvo que aprender sobre electricidad y fontanería.
«Aprender a construir un techo fue lo más difícil. No tenía experiencia en cortar láminas de metal y asegurarse de que fueran impermeables», admite Tom.
La construcción de la cabaña de madera se convirtió en una curva de aprendizaje, y cada paso requería planificación y resolución de problemas.
Diseño y materiales reutilizados
La casa pequeña de Tom mide 5 metros de largo por 2.5 metros de ancho, cumpliendo con las regulaciones para poder circular por las rutas de su país.
Utilizó materiales reutilizados y asequibles para su construcción. La fachada frontal está revestida con madera de laricio, que obtuvo de una tienda de madera local.
«Tuve una experiencia curiosa al comprar esta madera. Había un nido de avispas en los materiales, y me dijeron que podía llevármela por solo £5 si la sacaba de allí. Así que, literalmente, tuve que extraerla del nido de avispas».
Las paredes laterales y traseras están revestidas con paneles de cercas, lo que le dio un aspecto rústico y encantador.
Por su paret, las ventanas y puertas son recicladas y fueron adquiridas de sitios web de segunda mano y tiendas locales.
Tom incluso construyó un deck con tablones de andamios reciclados, que proporciona un lugar agradable para relajarse al aire libre.
El Interior de la cabaña de madera
Al ingresar a la casa de Tom, Bryce quedó impresionados por la sensación de calidez y comodidad que emana del interior.
Los tonos de madera y el uso de materiales reciclados crean una atmósfera única y acogedora. Los revestimientos de pared, hechos de paletas de madera locales, agregan carácter a la vivienda.
La sala de estar cuenta con un sofá de segunda mano y una estufa de leña que es la principal fuente de calor en la casa. «La estufa es lo único que me da calor aquí. No tengo otro sistema de calefacción», observa Tom.
En frente del sofá, un televisor montado en la pared proporciona entretenimiento y relajación.
Cocina práctica y ecológica
La cocina de Tom es un ejemplo de su enfoque práctico y económico.
Utilizó tablones de andamios para las encimeras, que lijó y barnizó para darles un acabado hermoso y funcional.
Tom también buscó electrodomésticos esenciales de segunda mano y utilizó una pequeña heladera y una estufa eléctrica para cocinar. El resultado es una cocina funcional y con un toque rústico encantador.
El dormitorio en el altillo
Subiendo por una escalera empinada y astuta, llegamos al altillo donde Tom ha ubicado su dormitorio. «El altillo es pequeño, pero es acogedor. Tiene espacio para una cama doble y un par de estantes», explica Tom mientras nos muestra su espacio de descanso.
Una ventana en el techo proporciona luz natural y ventilación, y un sistema ingenioso de poleas permite que la escalera se suba y se baje según sea necesario.
Podés ver el tour completo en el siguiente vídeo 👇