Con una Tiny House comienza nuestro pequeño camino

¿Qué son las Tiny Houses?

Las Tiny Houses son viviendas de dimensiones mínimas. Existen muchas versiones: sobre ruedas, sobre cimientos, prefabricadas, hechas en sitio… Lo importante es el concepto “Tiny”, es arquitectura tan pequeña que debe ser 100% funcional, con el máximo aprovechamiento posible de los espacios.

Es por esto que no todas las Tiny Houses se adaptan a cualquier usuario, y viceversa. Cómo el tamaño es mínimo, debemos tener bien presente qué necesitamos para mantener nuestra calidad de vida, y en función de eso diseñar la mejor configuración espacial.

Por ejemplo, habrá personas que prioricen el espacio de cocina, pero otras que lo consideren algo meramente funcional y práctico, por lo que querrán destinar más espacio al estar. Lo mismo puede pasar con el baño, el dormitorio, o cualquier espacio dentro de la casa.

En Uruguay son muy pocas las experiencias que se han llevado adelante en cuanto a diseño y construcción de Tiny Houses. Debido a las restricciones normativas, muchas veces se opta por recurrir a otro tipo de alternativas pre fabricadas de rápida adquisición, como contenedores o viviendas modulares. En cualquier caso es necesario tener un permiso de construcción habilitante para figurar como propietarios (en caso que la vivienda sea fija).

También hay que tener presente que el hecho de que sea móvil (ergo más pequeña) o fija está condicionado por la infraestructura disponible en el país para poder trasladarse con la vivienda, además de un vehículo capaz de remolcarla.

Sin embargo, cada vez más se escucha hablar sobre este movimiento y sobre poner en práctica el concepto de "vivir sencillo". 

Ya lo vimos con las modalidades de Cowork y Coliving, tan difundidas en Estados Unidos y varios países europeos desde hace muchos años, y desconocidas hasta hace poco en nuestro país.

¿Cómo conocimos este movimiento?

Lo primero que empezamos a ver fueron videos en Youtube de personas mostrando sus maravillosas viviendas, llenas de creatividad y cariño, en donde cada rincón estaba diseñado desde la emoción.

Las decisiones de vivir en una Tiny House surgían por los motivos más variados, y eso es lo que nos encantó. Algunas personas decidían hacer este cambio sustancial para ahorrar dinero, ya que “reducirse” no sólo implica una menor inversión en la vivienda, sino que el costo de mantenimiento en servicios y costo de vida se reduce considerablemente. Otras tenían motivos más “espirituales” y sentían que cuantas menos posesiones materiales tuvieran, menor sería la carga y así ganaban libertad de acción. En definitiva, son muchos pequeños caminos que van formando un gran movimiento.

Pensemos en los casos de las familias acostumbradas a vivir en 90m2 pasar a 35m2. Un cambio radical sin dudas. Pero los beneficios que obtienen de estos cambios no solo trascienden el plano económico. Estas familias se ven obligadas a reducir sus bienes materiales, y aunque al principio esto puede ser dramático y difícil de sobrellevar, se encuentran luego en una situación muchísimo más favorable, ya que descubren que podían prescindir de un montón de cosas que antes creían vitales. Aquí compartimos una experiencia que lo refleja.

En otros casos, el reducir y simplificar, tiene como objetivo dedicar tiempo y recursos en otras actividades, como por ejemplo viajar. El costo de mantener una casa durante la ausencia es sustancialmente menor.

Cualquiera sea el motivo, parece ser que cada vez más personas buscan cambiar los paradigmas establecidos por esta sociedad de consumo, valorando el tiempo por sobre lo material, y lo están logrando de las formas más ingeniosas. 

Debemos confesar que al principio no nos convencía del todo esto de “vivir en un mínimo espacio”, nosotros vivimos y trabajamos en un apartamento de 42m2 que nos resulta cómodo y justo. Pero continuamos viendo las experiencias que la gente compartía en las redes sociales, y a través de programas en Netflix como “Tiny House Nation”, algunos canales de Youtube, como “Living big in a tiny house” o “Exploring Alternatives”, la idea de que esta “nueva” modalidad de vida funcionaba, se hacía más real...

Tiny no es sinónimo de Ineficiente

Solíamos pensar que una Tiny House no alcanza para todo lo que tenemos en casa.

A diferencia de una casa convencional, el poco espacio disponible obliga a pensar cada rincón, no puede existir ningún lugar desaprovechado, y se debe diseñar cada pieza de la casa.

Paradójicamente, cuando diseñamos los espacios de manera integral (espacio y equipamiento), en menor superficie podemos tener mayor aprovechamiento. 

Esto se traduce, entre otras cosas, en un ahorro económico en la inversión de la construcción de la vivienda, y una cantidad mayor de dinero disponible para realizar el equipamiento a medida y de buena calidad. Por ejemplo, en lugar de construir una vivienda con métodos tradicionales de 65 m2 a US$110.000 sin contar el equipamiento, podemos construir una Tiny House con sistemas constructivos alternativos de 40 m2, con las mismas comodidades espaciales, por US$64.000 y el resto del dinero destinarlo al diseño a medida del equipamiento.

Podemos tener, en lugar de 3 dormitorios fijos, que no se usan en simultáneo, un espacio multipropósito en donde la cama sea fácilmente rebatible, el escritorio cómodamente desplegable, y un espacio libre para ejercitarnos.

Pensémoslo de otro modo, en lugar de tener una habitación a la cual debemos llenar de muebles, podemos tener una habitación en donde los muebles con sus variables nos generan versatilidad funcional.